La operación adecuada de un albergue incluye el mantener la buena salud de sus ocupantes y por tal motivo, la enfermera se convierte en un miembro integral del personal administrativo y de trabajo. Ella debe participar en el proceso de toma de decisiones desde que el refugio comience sus operaciones. Todas las actividades de los servicios médicos y asistenciales deben coordinarse con los de las autoridades sanitarias locales y la comunidad médica. Dichas actividades pueden dividirse en fases de valoración, planificación, ejecución y evaluación final.
Valoración
La naturaleza y magnitud del desastre son los factores que determinan las actividades de los servicios médicos y asistenciales, las cuales varían de acuerdo a los peligros reales o posibles para la salud, el número de heridos y enfermos, la gravedad de las lesiones y enfermedades, el número de damnificados sin hogar, la edad de los habitantes del refugio y los servicios médicos y asistenciales disponibles. Por ejemplo, un desastre que ha destruido o neutralizado los recursos médicos y de salud en la comunidad, puede generar necesidades muy diferentes de otro que no los haya afectado. Teniendo en consideración lo anterior, la distribución de espacio se define dentro del albergue, los suministros adecuados deben estar con la mayor rapidez posible. Sus cantidades deben bastar para la operación inicial del albergue hasta que puedan obtenerse mas. El Apéndice 9-A incluye las listas de los componentes de un estuche muestra para refugios. Es necesario recordar los objetivos de los servicios asistenciales y médicos en el albergue:
• brindar apoyo emocional
• proteger la salud
• evitar enfermedades
• ofrecer un medio temporal de atención a las víctimas hasta que la familia reanude sus patrones de vida normales
Planificación
Durante el proceso de planificación, los participantes deben de preveer algunos de los problemas más comunes que surgen en los albergues.
• presencia de enfermos crónicos que dependen del uso continuo de medicamentos especializados, y que llegan al albergue sin sus medicinas o con cantidades muy pequeñas
• incidencia normal de enfermedades, incluyendo algunas crónicas como: diabetes y cardiopatías
• la diseminación de enfermedades contagiosas por personas que las llevan al albergue o que surgen después de ponerlo en funcionamiento
• reacciones emocionales y físicas al estrés.
Son esenciales la supervisión médica y los planes para atención de enfermería permanente, es decir, las 24 horas. Es necesario que esté presente cuando menos una enfermera titulada en cada periodo de guardia, y que se le designe como enfermera a cargo. El número y tipo del resto del personal asistencial dependerá del tamaño del refugio, el número y gravedad de enfermos y lesionados y las condiciones especiales de salud entre los ocupantes. En situaciones con un número reducido de personas sin problemas de salud, suelen hacerse arreglos para tener una cobertura telefónica. También deben precisarse las técnicas para atender a los enfermos heridos o muy graves. ¿A qué hospital o puesto de socorros debe recurrir? ¿Quién se encargará de la transportación? ¿Cuales son las líneas de comunicación existentes?

RECUADRO 9 - 3 Registro de pacientes durante desastre
Deben hacerse arreglos para la requisición o compra de los suministros y en ellos hay que incluir planes para permitir su almacenamiento de forma segura. A veces se necesita improvisar algún equipo, prestarlo o rentarlo. Las cantidades de equipo material necesario se basan en la valoración inicial de la situación.
Algunos reportes deben elaborarse diariamente, como el número total de enfermos y lesionados. Se llevan registros individuales de todos los ocupantes que reciben atención (recuadro 9-3). Los pacientes que son enviados o transferidos a otras instituciones médicas o de salud deben llevar consigo su documentación.
Ejecución
Tan pronto comience a funcionar el albergue, se inicia la selección de los ocupantes que van llegando. Es necesario alertar al personal médico respecto a problemas que requieren atención inmediata, aislamiento o transportación a otras instituciones asistenciales.
La enfermera debe de hacer las visitas médicas regulares como parte del programa diario y establecer un sistema para vigilar los problemas de salud y médicos de los ocupantes. También debe laborar en forma muy directa con el director y otros supervisores para mantener los servicios medicas regulares y cumplir con los más altos estándares sanitarios. Las responsabilidades de la enfermera a cargo al parecer nunca terminan. El Apéndice 9-B incluye una lista de la Cruz Roja, como muestra.
Evaluación final
El proceso de evaluación es constante y se lleva a cabo durante toda la operación. Es necesario revisar su evolución por medio de interacciones diarias, conferencias una a una y reuniones rutinarias del personal. También se reunirá la valoración final de los reportes narrativos que por lo general se les piden a todos los supervisores a partir de las primeras entrevistas, según convenga. La "lección aprendida" constituye una base para mejorar la eficacia de las operaciones futuras.