David B. Lehnhof
¿Cuál es la finalidad para los profesionales que deben atender dichas crisis diariamente de planear simulacros de desastres que generan gran número de víctimas? Tradicionalmente, el propósito ha sido identificar problemas, fallas y deficiencias del sistema.1 Sin embargo, la finalidad inicial pudiera ser la propia eventualidad, es decir, detectar algunas de las fallas que se busquen. Insistir en procedimientos negativos produce resultados negativos. Por el contrario, un ejercicio diseñado y efectuado bajo circunstancias positivas, producirá resultados positivos. Para asegurar que el ejercicio rinda buenos resultados, deben fijarse metas y objetivos específicos, en un marco positivo. Planteado en términos positivos la meta fundamental para representar una catástrofe es la enseñanza, y sus objetivos son:
• promover la confianza
• desarrollar las capacidades
• coordinar actividades
• coordinar participantes
Otro aspecto importante para que un simulacro tenga buenos resultados es seleccionar a un coordinador o jefe de comité. Sin embargo, nunca tome esta decisión basándose en el título o actividad de una persona. Las supervisoras de enfermería, los médicos o los administradores asistentes aunque estén calificados para las posiciones que desempeñan, no necesariamente constituyen los mejores coordinadores de los simulacros; en vez de ellos debe colocarse en la posición de control a personas con experiencia o preparación en el manejo de ejercicios. Si no se cuenta con ellas, habrá que escoger un grupo pequeño (2 a 4 personas) para que realice la planificación. Es necesario seleccionar a personas lo suficientemente ambiciosas que tengan arrojo y valor y que sean lo más diligentes posible para que trabajen todo lo necesario hacia la consecución de una meta satisfactoria
Una vez seleccionados los coordinadores, no permita que surja la actitud del "hermano mayor o el padre". La presión y la interferencia solamente servirán para frenar la creatividad y el desempeño de la labor. Es importante permitir al grupo llegar a su conclusión, aunque este enfoque no significa no prestar auxilio y orientación, las cuales se daran sólo si se les solicita. La programación de reuniones regulares complementarias o de evolución es un buen método para asegurar que se lleva un ritmo apropiado en el desarrollo de estas tareas sin interferencia alguna.