Cada fase del desastre, desde los preparativos previos, pasando por las fases de alerta, impacto, emergencia y recuperación, posee sus propias necesidades de comunicación. Por tal motivo, uno de lo aspectos de mayor trascendencia en la planificación de respuesta a una catástrofe lo constituye la información proporcionada en forma eficaz y eficiente. Entre los aspectos de la comunicación se cuentan:
• presentaciones en los medios noticiosos
• programas de instituciones públicas
• comunicados oficiales
• servicios de alerta y orientación
• posibilidades de comunicación especializada
• reportes y registros
• redes de información informal
La comunicación adecuada es esencial para las actividades de control y coordinación. En una catástrofe, las oficinas gubernamentales oficialmente pueden desempeñar las tres funciones. El EOC, reseñado en el comienzo de este capitulo, es un ejemplo de organización para auxilio en desastres diseñado específicamente para asumir responsabilidades de control y funciones de coordinación y comunicación. Aún más, los servicios de orientación del gobierno se encargan de funciones como vigilancia, detección y predicción de desastres naturales. También orientan y alertan al público en general. Las organizaciones, de difusión y los medios noticiosos asumen parte de las responsabilidades de la información al público. En Estados Unidos la Oficina Federal de Coordinación de Emergencias supervisa al llamado Sistema de Transmisiones de Emergencia. Además, organizaciones internacionales diseminan e intercambien información sobre grandes desastres en todo el mundo.
Preparativos antes del desastre
Los preparativos anteriores al desastre dependen fundamentalmente de métodos de información al público:
• cartelones y folletos
• anuncios a través de servicios públicos
• artículos en periódicos y revistas
• programas de enseñanza escolar
• preparación de voluntarios
• simulacros
Los métodos anteriores son complementados por relatos de personas que han sufrido una catástrofe. Tales relatos se transmiten de boca en boca y pueden a veces ser clasificados como folklore con diversas dósis de ingredientes reales. Los miembros de la comunidad afrontan un desastre con grados y tipos distintos de información proveniente de estas fuentes de comunicación.
Las enfermeras deben conocer en detalle los patrones y sistemas de comunicación que pueden funcionar durante una catástrofe. Siempre que sea posible, deben utilizarse de manera sistemática y frecuente técnicas de comunicación para emergencias, como sistemas de radio, líneas especiales de teléfono y señales de alerta. Los sistemas anteriores pueden ser ya del conocimiento público y parecerá natural su utilización dentro de un desastre.
Sistemas de Alerta
En diferentes momentos de un desastre se necesitan tipos distintos de sistemas de alerta, que pueden ser de tipo público o llamadas organizadas. En caso de un desastre inminente, muchas comunidades han adoptado una señal estándar de alerta para avisar al público (Fig. 13-3), la cual suele ser emitida por sirenas, silbatos, o bocinas. Se pide a las personas que se dirijan a los refugios adecuados y en enciendan sus aparatos receptores para recibir mensajes de emergencia con información e instrucciones.

FIGURA 13 - 3 Señal estándar de alerta para un Desastre inminente
Fuente: In time of emergency by Office of Civil Defense, Department of Defense, March 1968, pp. 18-19.
El contenido de cualquier mensaje de alerta es importante. En ocasiones se ha interrumpido o minimizado la información con la idea errónea de que la verdad produciría pánico en la gente. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que, durante un desastre las personas por lo común están orientadas hacia metas, pueden auxiliarse a si mismas y canalizar sus esfuerzos a la acción.13 En esta situación, la comunicación debe ser claro para que los miembros de la comunidad utilicen la información para entender con toda claridad el peligro y evitar o llevar al mínimo los daños.
Los mensajes deben tener algunas características estándar:21
• ser específicos
• ser urgentes
• señalar las consecuencias
• señalar la mediación del peligro
• ser difundidos continuamente
Las personas por lo común no conceden importancia a los mensajes vagos que permiten racionalización o aplazamiento. También hay una menor posibilidad de respuesta a mensajes incongruentes o que no correspondan a datos ambientales. Por ejemplo, las llamadas de alerta en torno a una inundación quizá no se tomen en consideración en un día soleado y tranquilo, salvo que el mensaje describa de manera específica su origen, como seria nieve derretida o el desbordamiento de una presa.
Una parte esencial de cualquier respuesta a un desastre seria un plan adecuado para alertar o llamar en forma organizada al personal. A menudo los planes son inespecíficos y la notificación se practica en forma irregular y voluntaria18 de tal manera que el resultado es un aviso fragmentado y la pérdida de la comunicación. El plan de llamamiento puede llevarse a la practica durante la fase de alerta, de impacto o la de emergencia en un desastre. (Véase capitulo 10.)
Impacto y Redes de Emergencia
Durante un desastre, la comunicación fluye abundantemente en todos los tipos y niveles de organizaciones, y de estas, al público en general; dicho flujo es suplementado por chismorreos discretos conforme la gente intenta esclarecer, corroborar o interpretar los mensajes oficiales.21
Convergencia
Al área de la catástrofe convergen abastos, personal e informaciones. Las estaciones de radio pueden quedar abrumadas por peticiones con respecto a mensajes de alerta u ofrecimientos de auxilio.21 Hospitales, policía y otras organizaciones reciben grandes volúmenes de llamadas.
Las líneas telefónicas y los conmutadores pueden saturarse al grado de que resulta imposible llevar a la práctica los planes de llamados. Algunos hospitales han instalado líneas separadas para uso en caso de emergencia. Cabe utilizar radios portátiles y vehículos a modo de emisoras para emergencias durante los esfuerzos de rescate aunque operen con frecuencias diferentes. Tal diferencia no representará un impedimento siempre y cuando se mantegan los vínculos con una estación central. En verdad, puede resultar útil cierta independencia de la comunicación para evitar confusiones.18
En un gran desastre pueden quedar destruidos o dañados todos los sistemas de comunicación, interrumpiendo así el flujo de información tanto interna como externa del área. Por ejemplo, cuando el ciclón Tracy devastó Darwin, Australia, la Noche de Navidad de 1974, la ciudad y sus habitantes quedaron aislados por muchas horas durante los inicios de dicha ciclón.21 Si la comunidad queda segregada temporalmente, el proceso de convergencia tardará más tiempo en comenzar.
Comunicados y registros
En muchos desastres se cuenta con equipo adecuado y funcional, pero surgen problemas cuando las personas no establecen comunicación de manera adecuada. Los mensajes pueden ser no verificables, fragmentados o generalizados. El hospital puede simplemente anunciar "No manden mas pacientes";18 sin embargo, seria mas útil un reporte del estado general de las cosas, el cual debe contener los siguientes datos.
• número de pacientes
• número de camas disponibles
• personal necesario
• abastos necesarios
• capacidad de operación
Otros aspectos importantes son: conservar registros escritos de los damnificados, ya que los lesionados pueden ser transportados varias veces a su paso por el sistema establecido de selección; y un libro de entradas y salidas puede ayudar a los parientes a localizar a sus seres queridos, así como aportar datos para un reporte de la situación. La conservación de registros es importante para los servicios del depósito de cadáveres, en especial si se necesitan inhumaciones de urgencia. Las enfermeras en la comunidad pueden brindar datos acerca de las necesidades médicas y de salud de la población damnificada, al igual que evaluaciones en este renglón. (Véase cáp. 10.)
Prensa y otros medios noticiosos
La información que difunden los medios noticiosos puede ejercer un gran impacto en la conducta durante el desastre. Los rumores o la información errática, apoyada por el peso de la difusión pública, genera confusión y entorpece gravemente los esfuerzos de auxilio. La atención a las siguientes pautas respecto de la diseminación e información pública21 puede ser útil para eliminar la propagación de datos falsos:
• La información al público debe ser una parte organizada de toda operación contra desastres
• Es necesario asignar personal para que revise y verifique los reportes de los medios de comunicación
• Es necesario autentificar y desechar rápidamente algunas historias
• Los funcionarios deben percatarse de la necesidad del publico de información y contribuir a ella por medio de comunicados, resúmenes y entrevistas
• El personal de los medios noticiosos debe estar informado de la situación general en el desastre y de las posibles consecuencias de sus reportes
Redes informales
La propia comunidad es una fuente y un conducto de comunicación. La información la generan sus miembros y la transmiten por redes informales que, muy a su pesar, están estructuradas de acuerdo con pautas predecibles. Las personas, en primer lugar, acuden a parientes o amigos íntimos, les formulan preguntas y comparten datos conocidos. El circulo se ensancha al incluir vecinos y otros amigos. Al final las víctimas inician un intercambio libre con personas totalmente extrañas que comparten su experiencia de la calamidad, por medio de actividades como las de auxilio en el desastre o la vida en el albergue.
La red informal de información funciona con mayor rapidez que algunos de los conductos formales. Cuando las personas reciben datos oficiales y al mismo tiempo reciben los mismos datos por vía oral, es signo de que el sistema de comunicación formal opera adecuadamente. Las enfermeras pueden aprovechar una lista personal de contactos de la comunidad para tener acceso al sistema informal.
Los conocimientos sobre el sistema informal que puede funcionar son esenciales para disipar rumores y llevar a la práctica las acciones requeridas por una calamidad. La información incorrecta o incompleta de los medios noticiosos puede dar pábulo a rumores que orienten hacia la necesidad de información veraz y formas adecuadas de comunicación. El conocimiento de los rumores a veces es útil para identificar su punto de partida y corregir la información.
Los rumores o la información errónea que se difunde por las redes informales cambian en sus detalles conforme son difundidos. Los primeros por lo común no van más allá de un grupo socioeconómico; a menudo circulan dentro de la unidad familiar o los miembros del mismo sexo de una comunidad. Puede tener un punto de partida especifico pero el informante por lo común no tiene gran preocupación por la importancia de la información.21
Las enfermeras, en especial las que se desempeñan en una comunidad pueden aprovechar el sistema informal con personas que normalmente no son receptivas a la planificación y orientación en desastres. Los grupos minoritarios pueden hablar o leer en un lengua diferente, o quizá no tengan relación dentro del contexto cultural con la información que se les presenta. Otras personas pueden estar fuera de la masa social o tener impedimentos mentales.
A veces cabe utilizar medios especiales y cursos de instrucción adaptados a la población, en otras ocasiones las enfermeras pueden trabajar por medio de la dirigencia local para obtener aceptación de determinadas operaciones y acciones. Al tratar este aspecto de la comunicación en calamidades, ellas se ocupan de áreas de difícil influencia y persuasión en relación con actitudes y opiniones cambiantes.
Proceso de Recuperación
Durante los esfuerzos de rehabilitación que ocurren después de las fases agudas de una calamidad la comunicación debe plantearse las siguientes metas.
• circular información acerca de los servicios en el desastre
• señalar los progresos de la comunidad
• identificar necesidades para la restauración comunitaria
También se necesita reunir información sobre la magnitud de los daños habidos, dicha información puede utilizarse para planificar los intentos de recuperación y determinar la necesidad de diversos tipos de auxilio. Las enfermeras pueden encargarse de reunir datos sobre las necesidades comunitarias y hacer recomendaciones para la asignación de recursos.
Algunos dirigentes tienden a minimizar los efectos de un desastre en la comunidad para brindar tranquilidad y estimular el orgullo que la propia comunidad tiene para apoyarse. Esta minimización puede generar una sensación falsa de seguridad y retrasar alguna acción necesaria. Otras personas exageran la extensión del desastre por su emoción o para obtener ayuda económica y auxilio exterior en las maniobras de rescate. Sin embargo es importante el registro y difusión precisos para documentar la magnitud y el tipo de asistencia externa necesaria para restaurar a la comunidad a su estado anterior.