Después de terminar la valoración y registrar todos los hallazgos, ¿qué debe hacerse? La primera parte del proceso de evaluación comprende la recolección adecuada de datos; la segunda parte, de igual importancia, consiste en el análisis y la interpretación de la información para formular diagnósticos de enfermería e iniciar el tratamiento idóneo. Sobre todo hay que darle al análisis de los datos la misma atención cuidadosa que se puso en su recolección. Evite formular conclusiones exageradas y quizás inexactas. Por ejemplo, si la persona está inquieta, combativa, agresiva, y presenta incontinencia vesicular o intestinal, con una higiene personal precaria y un aspecto desaliñado, no se debe asumir automáticamente que se trate de un problema de alcoholismo, drogadicción o un trastorno psiquiátrico, pues la persona puede padecer en realidad una lesión cerebral o hipoxia. De forma semejante, el caso del individuo con contracciones prematuras ventriculares multifocales no significa automáticamente que se trata de una cardiopatía grave, él puede sufrir una arritmia cardiaca benigna surgida años atrás o una intoxicación por ingestión de un medicamento llamado digital. Nunca suponga como posible que se pueden identificar instantáneamente todos los problemas de un paciente.
La enfermera debe tener sus cinco sentidos alerta para detectar cambios repentinos en el estado clínico del paciente.11 Unas cuantas indicaciones pueden ser útiles para evitar que cometa algunos errores comunes.11,29
• Siempre corrobore lo que cree escuchar. Los pacientes pueden dar respuestas que a su juicio son las que la enfermera desea oír. Utilice preguntas abiertas y deje a la persona describir su problema con sus propias palabras.
• Recuerde que lo que usted ve rara vez es el cuadro completo. Muchas lesiones van más allá de lo superficial como la punta de un iceberg.
• Efectúe una valoración detenida que se inicie con su inspección visual, y vaya seguida de la palpación, la percusión y la auscultación.
• No circunscriba su valoración únicamente a la zona del cuerpo en cuestión o a los signos más manifiestos del trastorno. Evite la visión limitada, que a veces culmina en conclusiones erróneas y precipitadas.
• Busque las causas; puede haber una o muchas para los problemas detectados, como dolor en el pecho, disnea o confusión, algunas de ellas benignas y otras mortales.
• No excluya la posibilidad de que exista un problema, sólo porque usted no detecte el síntoma típico.
• Con gran cuidado adapte la valoración hecha, de modo que incluya todos los posibles problemas subyacentes que puedan producir un síntoma en particular.
• Busque hechos importantes en el historial clínico personal anterior. Los enfermos a veces no conceden la debida importancia a las enfermedades sufridas en el pasado y sus efectos implícitos en la condición actual.
• Recuerde que todos los pacientes psiconeuróticos fallecen finalmente a causa de alguna enfermedad orgánica. Incluso, el mismo paciente con síntomas múltiples e infundados puede llegar a tener un problema grave.
Cuando los pacientes digan que tienen una urgencia y que necesitan ayuda, probarlo no es asunto de ellos. No se arriesgue a una desgracia por ignorar o descartar el temor de un paciente. Toda persona debe sentir que se le escucha y entiende y que la gravedad de su condición se ha evaluado de manera justa.
El tratamiento efectivo en situaciones de desastre a través del empleo de la valoración rápida y precisa es semejante a un caleidoscopio. El cuadro cambia ligeramente conforme cada persona es evaluado y tratada. Así como la intensidad de la luz acrecenta los colores del caleidoscopio, la agudeza del problema y el volumen de pacientes intensifican la necesidad de enfermeras capacitadas en las labores de valoración y selección. La directora de enfemería debe estar consciente de que los pacientes esperan que se les atienda y coordinar el flujo de los mismos de manera que todos se sientan cuidados y no se deje de tratar ningún problema.29 Su habilidad para la valoración inmediata mejora la eficacia de la atención en desastres y el índice de supervivencia de los pacientes.