Los desastres internos y externos que afectan a una institución en donde se prestó atención a casos agudos, pueden manejarse de manera ordenada y sistemática, por las enfermeras que participan en un proceso de asistencial normal. Sin embargo, en una situación semejante es importante que en la toma de decisiones, intervengan las áreas primarias de comunicación, personal y recursos.
Un programa conciso y claro contra desastres permite que el personal cuente con pautas de la forma en que se verán afectadas sus unidades y cuáles serán sus tareas durante la calamidad. Los simulacros regulares hacen que el personal entienda lo que cabe esperar antes de que surja una situación extrema. Las responsabilidades y tareas del personal de cada unidad deben estar perfectamente definidas, escritas en orden de prioridad, y en forma sencilla. La tabla 4-3 presenta un resumen de dichas responsabilidades y de las acciones de enfermería que hay que emprender en el curso de una calamidad.